Agosto, es para nuestro pueblo un mes estival donde cada año al igual que en julio recibimos miles de visitantes que buscan ocio, diversión y descanso. Aunque sea este uno de nuestros pilares económicos hay veces que se convierte en nuestra cruz, quizás por las exigencias a las cuales nos sometemos aunque si que es verdad que el isleño siempre pone la otra mejilla y aguanta, porque somos un pueblo acogedor y hospitalario. Como decía antes, agosto, es un mes de fiestas y algarabía, donde se celebran multitudinarios actos, como la fiesta de la Virgen del Mar, San Francisco de Asís...
Pero también, tenemos en mente un mes viudo para muchas mujeres, huérfano para muchos hijos y desolador para todo un pueblo, Isla Cristina ha soportado desgracias de todo tipo, sobre todo de las que le ha dado el mar, y aunque ya pasados 36 años y 4 días, hoy quiero hacer mención aprovechando estás líneas y dedicándoles todo mi artículo al hundimiento del Islamar III y su influencia en la vida de la localidad. Una circunstancia que sirvió para unir de alguna manera a todos los pueblos por encontrar a esos 28 tripulantes con vida, especialmente unió a los municipios costeros, inclusive a otras comunidades como nuestra hermana Canarias y el país vecino de Portugal, al igual que la movilización de la flota de la provincia gaditana junto con las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Este trágico suceso se ve reflejado en el mundo del carnaval que ahora procedo a contar.
Tras una larga investigación sobre las agrupaciones que dedicaran alguna letrilla a este acontecimiento histórico, encontré en el carnaval de 1985, una fiesta un tanto vestida de luto y con continuas referencias a la Virgen del Carmen y la Virgen del Mar (ambas advocaciones marianas con gran número de fieles y devotos en la localidad), tanto es así, que la comparsa de José María Rivero Lagarejo dedicó todas sus actuaciones, repertorio y disfraz a lo acontecido. ¿Y cómo se representaba en el disfraz?, se preguntarán ustedes, pues bien, representaban el faro que nunca alumbró el rumbo de esos marineros y se presentó bajo el título de "Luz y guía" y se hizo con el 1.º Premio de la modalidad de dicho año. Ese año no se permitió a las agrupaciones cantar a dicho suceso por evitar herir a las familias pero está agrupación lo hizo de manera indirecta y por lo mismo, tuvo que soportar críticas pero aún así, supieron tocar el tema.
Aquí en está foto vemos unos disfraces auténticos, conseguidos y con un gran trasfondo sentimental. Como podemos observar, la base en la cual se ubicaba el faro era blanca, su torreón intermedio era de listas rojas y negras, cubierto por una imaginaria capa azul que representaba el agua del mar que envolvía el faro y sobre sus rostros pintados de negro cada uno de ellos, elevaban un abanico amarillo, el cual, cerraban y abrían lentamente lo que parecía los destellos giratorios naturales de un faro. Fue un vestuario que junto al decorado daban un toque reflectante y creativo a su actuación.
En está foto observamos un pequeño monolito que está ubicado en el espacio del Monumento al Marinero, y en el que se encuentran rotulados 26 de los 28 marineros, ya que Juan Martín Lozano y Pedro López Beltrán fueron los únicos que pudieron plantarle cara a la muerte.
Cabe destacar, que pude encontrar indicios en el Carnaval de Cádiz, letras que a parte de homenajear, hermanaba a las dos ciudades, ya que ambas tienen mucho en común. Sí y no solo el carnaval como medio de expresión, sino su manera de vida, sus tradiciones y los lazos marítimos que nos unen
En los años posteriores, se siguieron haciendo referencias al mundo pesquero y al mar. Por ejemplo: En 1986, la comparsa de José Antonio Aguilera Ramos "Chicha", que encarnaban a un grupo de forjadores se hizo con el 1.º Premio y dedicó un pasodoble a lo ocurrido, titulado "Yo pregunto a los cielos".
También en 1989, dos comparsas se presentaron al concurso inspiradas en el mar, la comparsa de Juan Carlos Casado Carrillo "Pintao", llamada "Sal", representando este producto tan importante para la gastronomía atlántica. Y fíjense si era importante y remoto, que ya en el antiguo Imperio romano se utilizaba como moneda para pagar a los legionarios y de ahí, el término salario. Tenían un vestuario muy conseguido y un decorado compuesto por pirámides de blancas salinas. Fue 2.º Premio empatado con la comparsa "De tus entrañas" de José María Rivero Lagarejo.
Y la otra agrupación, relacionada con el mundo marinero, la trajo José Antonio Aguilera Ramos "Chicha", bajo el nombre "Voces en la noche" que nos mostraba la profesión de llamadores de marineros, hombres que con chaquetones grises, botas y gorras de viseras hacían esta labor allá por los años 20 y 50. En su decorado se veía la silueta de las casas y los principales edificios del pueblo en alusión a que por las noches se lo recorrían entero.
En 1991, se homenajeó de una manera muy especial al mar y a su gente, con un sencillo disfraz que logró representar con una sorprendente puesta en escena porque se plasmó en vivo y en directo la reproducción humana del Monumento al Marinero, dicho monumento es un orgullo para el pueblo de Isla Cristina. Una presentación de bellito de punta, al ver como tres figuras encima de una barca gris, cobraban vidas simultáneamente a los acordes de las guitarras.
En las vísperas de la navidad de 1989, concretamente el 18 de diciembre, desapareció el pesquero "Panchita Reina del Mar", otra tragedia para nuestro pueblo que se cobró la vida de sus 7 tripulantes. Otro motivo, por el cuál creo que salió esta comparsa al año siguiente para honrar la vida de todos esos marineros y para cerrar una década con tantos naufragios.
Años más tardes, la comparsa de Fran y Manolo Beas le cantó un pasodoble al Islamar III, con letra compuesta por el poeta Ángel Alonso Serrano (autor de los pasodobles "Mires por donde mires" y "Tengo un trocito de mar"). Internacionales y conocidos por Manuel Carrasco que los canta en sus giras y conciertos, y que ha servido para que se conozca algo más de nuestro carnaval. ¡Gracias paisano!
Ya en 2019, la comparsa "Lágrimas de sal" de José María y Raúl Aponte, homenajearon al pesquero después de 35 años de su hundimiento, en la estrenada fase de cuartos de final. Este veterano músico y director, ha sido el que más ha defendido este tema sobre las tablas.
Este año se alzaron con el máximo galardón de la fiesta, con un disfraz de capitanes de barco que atracan en Isla Cristina por carnavales y quieren poner rumbo a está su barquilla de papel, jugando así de este modo con la imaginación de un tipo fruto del mar y de espíritu localista.
Algunos pensarán que se me olvidan otras comparsas y murgas, que se han inspirado en el mar y han dado vida a un disfraz, creándolos con la magia que nos caracteriza en cualquier escenografía que nos llevara a la loca ocurrencia de su autor. Y por supuesto, tampoco me olvido de todos los marineros fallecidos en el mar, ya que este artículo va dedicado a todas las víctimas del mar pero en especial a esta fatal tragedia que marcó la vida de todo un pueblo.
Como curiosidad he de decir que hace hoy 36 años, la Virgen del Rocío en salida extraordinaria por la aldea se dirigió a la casa-hermandad del Rocío de Isla Cristina, saltándose su protocolario recorrido para apoyar y dar consuelo a su pueblo vecino, gesto que conmocionó a los devotos isleños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario